Es frecuente no prestar mucha atención ni cuidados a los pies e inclusive someterlos a diversos tipos de situaciones que pueden causar malestar o dolor, como caminar con zapatos sumamente apretados o con tacones altos.
Los pies son nuestra toma de contacto con la tierra. A través de los ellos percibimos energía y la llevamos hacía la cabeza, atravesando todo el cuerpo.
A través de ellos también descargamos el excedente de energía que debe salir del cuerpo, funcionando como una toma de tierra.
Es importante observar que los pies son una estructura compleja compuesta por 28 huesos en cada uno y con una musculatura de 107 ligamentos, 31 tendones y 18 músculos.
Todo ello exigen el suministro de nutrientes, mediante una dieta equilibrada, y, a la vez, que se les proporcione cuidados (como masajes, baños, etc) con el fin de evitar dolor, ardor o irritación.
Remedios populares
Baños con Sal. Meter los pies en un recipiente amplio de agua tibia (ni muy fría ni muy caliente), donde se añada una a dos cucharadas de sal marina. Luego, enjuagar con agua limpia y fresca, secar los pies a golpecitos. Después, aplicar masajes circulares con una crema hidratante y deslizar el pulgar con fuerza por el arco del pie para hacer desaparecer los dolores.
Baños con menta. Hervir tres tazas de agua durante 10 minutos. Luego, añadir siete hojas de menta. Retirar del fuego. Cuando esté tibia, colocar esta preparación en un recipiente lo suficientemente ancho para que entren bien los pies. Bañar los pies durante 5 minutos. Luego enjuagarlos con agua fresca.
Baños con Eucalipto y Romero.Remojar, durante cinco minutos, los pies en un recipiente con agua tibia y donde se haya añadido seis gotas de aceite de eucalipto y seis gotas de aceite de romero. Mover los pies adentro del agua.
Alternando la temperatura. Exponer los pies al chorro de agua caliente durante un minuto y luego con agua fría por otro minuto. Alternar entre caliente y frío por 5 minutos. Terminar con agua fría. No usar este remedio si se padece de diabetes u otros problemas de salud.
Frotar los pies con agua de hamamelis o vinagre para obtener un efecto refrescante que atenúa el dolor.
Masaje con aceite de ricino. Aplicar una cucharadita de aceite de castor (ricino) en ambos pies, mediante masajes, si además de dolor en los pies se siente irritación o excesiva sequedad. Este masaje debe realizarse en forma circular en las plantas de los pies y luego apretando firmemente cada dedo desde su base.
Baños fríos con menta o con geranio. Meter los pies en una palangana de agua fría que contenga 15 gotas de esencia de menta. Este remedio es muy eficaz para los calurosos días de verano. En el caso de invierno se recomienda el uso de esencia de mirto o el geranio añadido al agua tibia. (Remedio proveniente de la aromaterapia)
Más Consejos
Elevar los pies. Es aconsejable, después de un duro día de trabajo, sentarse, elevar los pies y mover los dedos para restablecer la circulación.
Caminar y cambiar de postura cuando se está de pie. Si se debe permanecer de pie durante mucho tiempo, se recomienda caminar en el sitio o cambiar continuamente la postura. Igualmente, se debe tratar de descansar uno de los pies sobre un banquillo o un cajón.
Cambiar la altura de los tacones. Usar siempre calzados de tacones altos aprieta los músculos de la pantorrilla y encoge los tendones lo que causa tanto dolor como fatiga en los pies.Se recomienda usar tacones de diferentes alturas durante la semana e inclusive si, es de obligación usar tacones altos en el trabajo, usar zapatos para hacer deporte de ida y regreso.
Cuidar qué zapatos usamos. Tratar de utilizar zapatos con suelas gruesas, acolchadas y absorbentes para proteger sus pies. Reemplazar las suelas o comprar otros zapatos tan pronto como se desgasten demasiado.
Utilizar plantillas. Debido a que los tacones altos hacen que los pies, al caminar, se deslicen hacia delante causando gran presión en el dedo gordo del pie, se aconseja el uso de plantillas en los zapatos para ayudar a mantener los pies en su sitio.
Estirar los zapatos. Si al introducir plantillas en los calzados, se observa que éstos quedan apretados en la punta, tal vez se pueda estirar el zapato mediante la colocación de hormas o papel periódico dentro de ellos, cuando no los usamos, claro.
Sacudir los pies Si durante el día se siente cierto dolor o calambre en los pies, se recomienda dar una buena sacudida, como cuando las manos están acalambradas. Primero se debe sacudir el pie. Luego se relaja y se flexiona los dedos arriba y abajo varias veces.
Fuente: Remedios Populares
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