RESPIRAR PARA ARMONIZAR LA VIDA



PARA QUÉ RESPIRAR
La respiración es la primera acción que realizamos al nacer y lo último que hacemos antes de morir. La respiración es el mecanismo con el que realizamos el intercambio de gases con el exterior para el mantenimiento de la vida.

Para vivir necesitamos ingerir periódicamente líquidos y alimentos sólidos, para construir nuestro cuerpo y regenerar los tejidos que se van deteriorando. Pero la respiración es una alimentación que tenemos que mantener constante en todo momento, para poder seguir vivos.

Podemos vivir unos cincuenta días sin comer y no más de dos o tres sin beber, pero sin respirar podemos morir en unos cinco minutos. 

Todos hemos oído en alguna ocasión (deportista o no) la importancia de respirar adecuadamente cuando se realiza cualquier tipo de esfuerzo, pero son pocos los que saben que el 90% de la energía que se requiere para realizar dicho esfuerzo, proviene del oxigeno que inspiramos, y tan solo un 10% lo cogemos del alimento ingerido.

El ser humano realiza 26,000 respiraciones al día en un adulto, mientras que un recién nacido realiza 51,000 respiraciones al día. El proceso de respiración consiste en un juego de la inhalación (entrada de aire, oxígeno) y de la exhalación (salida de aire, dióxido de carbono). Este proceso depende en gran manera del trabajo del diafragma. Durante la inhalación se contraen los músculos que levantan las costillas a la vez que se contrae el diafragma. En los alveolos que están dentro de los pulmones, se produce la fase principal del proceso de respiración, la sangre intercambia dióxido de carbono por el oxígeno que entra cuando inhalamos.

Como actividad esencial para la vida, tiene un control involuntario, para que no nos olvidemos de realizarla (como la contracción cardíaca, la digestión, etc) porque pondríamos en peligro nuestra supervivencia.
Una cosa tan mecánica y que hacemos sin pensar, si lo hacemos mal durante nuestra actividad diaria, puede ser la diferencia entre vivir mejor o vivir peor.

CUANDO RESPIRAMOS MAL
A medida que el estrés aumenta en nuestras actividades, la respiración se va haciendo cada vez más corta y más rápida, es decir, tendemos a inhalar menos oxigeno a medida que nos agitamos mas. Esto ocasiona que nuestro organismo se canse debido a que circula por la sangre poca cantidad de oxigeno y mayor cantidad de anhídrido carbónico.

El cansancio corporal ocasiona que los músculos que sostienen la columna vertebral cedan y por el peso de nuestro cuerpo la espalda tienda a encorvarse presionando así a los pulmones y los órganos internos.

Por su parte, el cerebro, al no recibir las cantidades adecuadas de oxigeno empieza a reducir su rendimiento y esto origina infinidad de problemas neuronales. El diafragma, al no trabajar adecuadamente, hace poco esfuerzo y pierde tonicidad, contribuyendo así con la reducción de la capacidad pulmonar. 

En la cabeza, propiamente en el encéfalo y en la región llamada bulbo raquídeo reside el centro respiratorio por medio del cual se conecta con los nervios enviando mensajes, funcionando la persona de una manera normal.

La verdadera respiración es la de las células, por cuanto son ellas las que toman el oxígeno que les lleva la sangre, para liberar la energía obtenida, por las sustancias que han absorbido a través de la alimentación si no respiramos continuamente las células morirían.

SU IMPORTANCIA
La respiración es un instrumento fundamental e imprescindible para que nuestro organismo consiga un estado de relajación adecuado, tanto desde el punto de vista físico (muscular), como desde el punto de vista mental (emocional). Existe un vínculo bidireccional entre las emociones y el estado de los músculos. Un músculo relajado envía información sobre su estado a la mente (cerebro), a la vez que ésta se beneficia de este estado y puede influir a su vez para que el músculo se relaje. Es imposible relajarse mentalmente si no lo hacen también los músculos, así como también es imposible relajarse muscularmente si no logramos una relajación mental.

A diferencia de las otras actividades involuntarias, podemos llegar a influir en la manera de realizarla de acuerdo a nuestra voluntad. Si queremos, podemos cambiar el ritmo y el tipo de respiración que realizamos. Por otro lado, nuestras emociones, nuestras actividades, nuestros pensamientos, también alteran el ritmo de nuestra respiración.

Por tanto la importancia de aprender y manejar una respiración profunda logrará estados de relajación, lo que permitirá que nervios, músculos, células y órganos internos así como el sistema nervioso liberen energías contenidas en su cuerpo-mente. Disminuyendo así sus tensiones musculares, emocionales y espirituales, mejorará el proceso de circulación sanguínea y linfática y tendrá una mente clara que le ayudará a tomar conciencia de sí misma (o) y a conocerse mejor.

Es necesario señalar que la respiración profunda debe iniciarse como todo proceso lentamente y gradual porque de lo contrario la persona experimentará sensaciones desagradables como hormigueo en el rostro, mareos, entumecimiento de los miembros superiores o inferiores entre otros.

BENEFICIOS:

-El respirar correctamente nos devuelve la salud física, aumenta la capacidad mental y desarrolla el aspecto espiritual de la naturaleza humana y trascendental.



-La respiración rítmica nos armoniza y favorece al desenvolvimiento de facultades latentes que nos permite la autosanación, nos ayuda a la superación del temor, las preocupaciones y emociones negativas.


-Quienes respiran bien tienen menos posibilidades de enfermarse, y generalmente poseen gran abundancia de sangre que les permite resistir los cambios de temperatura, además de ejercitar los órganos y músculos internos.


Fuente y artículo completo en La Comunidad

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