"Así logran mantener sus cuerpos ligeros y fuertes a pesar de los años.
Aúnque sean viejos no sufren debilidades ni enfermedades y conservan, durante mucho tiempo, el buen oído y la visión clara.
El hombre obtiene su energía vital de la constante interacción entre la Tierra y el Cielo.
Aquellos que siguen sus reglas son como sombras, no necesitan ni demonios ni dioses, viven en armonía con el Cielo y la Tierra, como un eco".
Fuente: http://qigongmedico.blogspot.com/
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