"...El
cuerpo es, en realidad, un río de inteligencia, un río de energía
inteligente que se renueva constantemente. Uno podría decir que si se
renueva constantemente, ¿cómo es que sigo teniendo los mismos vasos
sanguíneos que parecen envejecer cada vez más?; y ¿cómo es que aún tengo
artritis en mis huesos?; y si cambio mi hígado cada seis semanas ¿cómo
es que aún está ahí la cirrosis?, etc.
Y la razón de eso, es que en la
mayoría de los casos, fabricamos el mismo patrón energético subyacente y
creamos esa misma experiencia física. En la mayoría de los casos,
fabricamos el mismo flujo de inteligencia para darnos esa misma
experiencia.
Los
psicólogos les pueden decir que tenemos unos 60.000 pensamientos por
día. Esto no debe sorprendernos, pues hay veces que creo que tenemos
muchos más que esos. Pero lo que sí desconcierta un poco, es que casi un
95% de los pensamientos que uno tuvo hoy, son los mismos que uno tuvo
ayer. Se siguen fabricando literalmente por hábito. Si no me creen,
tomen una hoja y verifiquen cuántas cosas han cambiado este año,
comparado con el año pasado. Si pueden encontrar diez o cinco cosas, es
realmente un logro notable. La mayoría de la gente, dirá que perdió 10
kilos y volvió a subir 15 o que empezó a hacer ciclismo y luego lo dejó.
O
sea, que seguimos creando los mismos patrones de inteligencia a través
de nuestra experiencia sensorial e interpretaciones que dan como
resultado, la misma apariencia física de la materia. Pero la verdad es
que no es así. Cuando observo, por ejemplo, un cáncer de pulmón en una
radiografía y lo comparo con el mismo cáncer de pulmón de hace seis
meses, ¿estoy observando el mismo cáncer, físicamente hablando? No,
porque los carbones, nitrógenos, hidrógenos, etc. que conforman ese
cáncer son nuevos con respecto a seis meses atrás.
Si
pongo un enfoque totalmente materialista, soy supersticioso, y mi
lógica está encajonada en la superstición del materialismo, entonces por
supuesto, encararé una guerra nuclear contra ese cáncer para tratar
de eliminarlo, porque creo que es material. Lo que realmente tengo que
hacer, es exorcizar el crecimiento del cáncer, lo cual significa que
tengo que reestructurar el patrón energético, los patrones de
inteligencia, las memorias celulares, que producen el cáncer. Eso es lo
que, en última instancia, produce una verdadera curación, lo que hoy
llamamos una remisión espontánea. No hay nada intrigante al respecto. En
verdad, hacemos eso todos los días de nuestras vidas.
El
cuerpo humano renueva unos 500 billones de células por día. Alrededor
de un 1% de éstas, son mutaciones y por lo tanto, son células
cancerígenas. Todos tenemos células cancerígenas en el cuerpo por un
tiempo, pero no enfermamos de cáncer, porque el cuerpo sabe como
deshacerse de ellas, mediante brillantes impulsos de inteligencia que se
transforman en interluking, interferón, factores de necrosis humanos, o
en todas esas fabulosas drogas que se producen dentro de nuestra propia
farmacia.
Nuestro
cuerpo tiene los receptores para estas drogas, no porque tenga algún
contrato con Haufmann LaRoche, sino porque tenemos la capacidad de
fabricar las drogas más exclusivas de las que se pueda pensar. Y estas
drogas se encuentran en dosis muy precisas en el momento adecuado, en el
órgano adecuado. El paquete contiene todas las instrucciones y lo único
que tenemos que hacer es acceder a esa farmacia. Lo hacemos todos los
días, inconscientemente. Si lo pudiéramos hacer un poco más
conscientemente, entonces lo amplificaríamos; y luego tendríamos la
llamada curación milagrosa. No hay nada de milagroso. Se trata solamente
del milagro de ayer, pero la ciencia de hoy.
Por
lo tanto, el cuerpo está compuesto de átomos. Estos átomos son
partículas que son fluctuaciones de energía, apareciendo,
desapareciendo, chocando, en una danza eterna de creación. Y en verdad,
nuestro cuerpo es, proporcionalmente, tan vacío como el espacio
intergaláctico. Ese vacío, no es un vacío de nada, sino que es una
plenitud de inteligencia no material que interactúa consigo misma y crea
la apariencia física de la materia.
Yo
diría que, somos pensamientos que hemos aprendido a crear la máquina
física. Esto lo comenté con Maharishi y me dijo que no era una buena
forma de decirlo. Debería decir que, somos impulsos de inteligencia que
hemos aprendido a crear la máquina física, porque el pensamiento es sólo
uno de los impulsos de la inteligencia, tenemos sentimientos, deseos,
conceptos, ideas,... todos estos son impulsos de inteligencia que
fabrica la máquina..."
Deepak Chopra en "Curación Cuántica"
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