No hay tal cosa como el 'siempre'.
No hay tal cosa como el 'nunca'.
Sólo hay el Ahora.
No podemos hacer contacto en el 'siempre' ni en el 'nunca'. ¡Están tan ajenos a la experiencia presente, tan alejados de nuestro verdadero suelo!
El tiempo sólo existe como concepto, útil para dar sentido al mundo, sin embargo, no tanto a la hora en que nos perdemos en él.
Nuestro punto de contacto no está en los ayeres ni en los mañanas, sino en el Ahora, el punto anterior al tiempo. Recuerdos, culpas, sueños, miedos, esperanzas, imaginaciones, fantasías, todo lo que resulta sentimental y nostálgico, todo lo que se ha perdido y todo lo que habrá de venir, aparece Ahora. Todas las ideas de 'siempre' y 'nunca' aparecen Ahora. Pasado y futuro, todas las ideas acerca del presente, aparecen Ahora.
Ahora es el lugar que abriga todo, la inefable inmensidad, el Hogar que siempre estuvimos buscando en el tiempo, más allá incluso de la palabra 'Ahora', la cuál también desaparece.
El Ahora nos protege de los estragos del tiempo. Es en donde realmente nos conocemos, en donde nuestro Ser florece.
Jeff Foster
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