MEDITAR ES POSIBLE, Y NECESARIO






















"Si realmente supiéramos la infelicidad que causa en este planeta nuestra evitación del dolor y nuestra búsqueda del placer, si entendiéramos que este hecho nos hace desgraciados y corta nuestra conexión con nuestro corazón y nuestra inteligencia básicos, practicaríamos la meditación como si se nos estuviera quemando el pelo. No pensaríamos que tenemos mucho tiempo y que podemos dejar la práctica para más adelante.

La meditación es la base de una sociedad iluminada que no esté basada en pérdidas y ganancias, en ganar o perder.

Cuando nos sentamos a meditar, podemos conectar con algo no condicionado, con un estado mental, con un entorno básico que no se aferra ni reacciona a nada. La meditación es probablemente la única actividad que no añade nada a nuestro escenario vital. Permitimos que todo vaya y venga sin más. La meditación es una ocupación totalmente no violenta y no agresiva. La base del cambio real consiste en no llenar el espacio automáticamente y permitir la posibilidad de conectar con una apertura incondicional. Podrías decir que esto supone prepararnos para una tarea que es casi imposible, y quizá sea verdad, pero, por otro lado, cuanto más nos quedamos con esa imposibilidad, más descubrimos que es posible después de todo.

Cuando nos apegamos a recuerdos y pensamientos, nos estamos apegando a algo que es inasible. Si nos permitimos entrar en contacto con estos fantasmas y dejarlos pasar, podemos descubrir un espacio, un alto en el parloteo, un vislumbre del cielo abierto. Éste es nuestro derecho de nacimiento, la sabiduría con la que nacimos, el vasto despliegue de riqueza primordial, de apertura primordial, de sabiduría primordial. Entonces, todo lo que tenemos que hacer es descansar sin distracción en el presente inmediato, en este mismo instante temporal. Y si somos arrastrados por pensamientos, anhelos, esperanzas y miedos, podemos volver una y otra vez a este presente.

Estamos aquí. Es como si fuéramos arrastrados de este lugar por el viento, y el mismo viento nos devolviera a él.

Podemos descansar en el lugar que se crea cuando un pensamiento se ha ido y el siguiente aún no ha surgido.

Podemos ejercitarnos en volver al corazón inmutable de este mismo instante ya que de él procede toda la compasión y toda la inspiración"...

Pema Chodrón "Cuando todo se derrumba"

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