Somos energía que vibra a determinada frecuencia. Ciertos sonidos recuerdan a nuestras células y órganos corporales su frecuencia ideal vibracional y provocan la vibración perfecta de nuestro cuerpo, elevándonos a un estado sublime de equilibrio y armonía.
Más allá del origen o connotación religiosa de una composición musical, con independencia de que sea cristiana, sufí, tbetana, hindú, tolteca, etc, cuando su frecuencia vibracional sintoniza contigo, produce un estado de paz y felicidad, que te invita a oírla varias veces.
Esperamos que te ocurra así, con el Pie Jesu, extracto de la Requiem Mass de Andrew Lloyd Webber (estreno 1985), cantado por Sissel. Es una de las mejores versiones, de apenas cuatro minutos de duración. Disfrútala.
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